14.4.08

AFRIKALDÍA II


Afrika despierta aterrada, la corrupción la ahoga. Dentro tiene un montón de niños ke crecerán sin saber cuándo han dejado de ser niños, demasiado deprisa y demasiado tarde.

Afrika despierta y camina por el borde de la carretera. Akellos ke la miran desde fuera se preguntan dónde va. Akellos ke la miran desde dentro se pelean por llegar. Algunos de los niños morirán en el camino y, aunke Afrika lo sabe, no descansa. Camina bajo la lluvia ke le cala hasta las partes ke nunca le ocupó nadie.

Afrika se guarda dentro cada hermano ke se cruza en el camino, cada extraño, cada ausente.

Afrika no duerme apenas, cuando la luna no brilla se despierta con los gritos de los muertos. Cuando la luna sonríe, se despierta con los llantos de los vivos. Cuando la luna es inmensa y se refleja en los ríos y los mares, se despierta con gemidos de las madres ke no llegan a parir. Y prefiere no tener ke despertarse. Prefiere caminar sola, con los niños y los muertos, con los vivos y las madres.

Afrika no siente miedo y no kiere ke la salven. Se siente contaminada por los ke tienen poder, por los ke juegan con ella, por los ke duermen con ella a cambio de un meticai. Afrika no siente miedo, no siente resentimiento.

Afrika duerme a los niños con canciones y camina muy despacio. Cuando amanece susurra para ke el sol salga lento, tarde, frágil. Si los niños se despiertan cuando Afrika no camina, Afrika se pone alerta. La corrupción no descansa, igual ke Afrika, y los niños siempre aprenden de lo ke tienen más cerca. Por eso, algunas veces, Afrika debe escaparse, correr.

Afrika deja ke pasen los días. Y camina. Y en el camino sonríe con los niños ke la llaman desde su parte más honda. El dolor sólo la empuja a seguir un poco más.

Afrika kiere llegar y las lluvias hacen ke crezcan los ríos, y tiene ke dar la vuelta y buscar otro camino. Afrika no desespera. Atraviesa por los montes y se sienta en los baobabs a reponer energía con mandioca. Un momento nada más, para seguir caminando. Intentando ke esta noche no se le cierren los ojos en mitad de una calzada.

Y si Afrika no llega, si los niños crecen tarde o muy deprisa, serán otros los culpables. Serán todos menos ella.

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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