26.4.12

HACERSE UN POCO MÁS PEKEÑA CADA DÍA



La primera vez ke hice limpieza de memoria borré solo una cosa. Hurgué entre mis recuerdos buscando ese ke tenía tan claro ke kería hacer desaparecer y, después de mirarlo durante un buen puñado de horas, desde todas las perspectivas, después de llorar un poco, después de asegurarme ke hacerlo desaparecer era lo correcto, lo ke menos daño me iba a hacer, después de haberme arrepentido tres o cuatro veces de la decisión ke aún no había sido capaz de tomar, después de todo, lo olvidé.

Ahora se ha convertido en una de esas cosas ke hago sin kerer y sin ke me cueste. Un automatismo, un vicio. Entrar en la cabeza, buscar, seleccionar, delete, del, del, del. Makillaje para el alma. Pero esto me sirve para sentirme ligera, y es una manera de ahuyentar la melancolía.

Y de ser un poco más pekeña cada día, ke a eso venía este post. A decrecer. A ser diminuta, más niña. Pekeña. Ké delicia.

Ke de cualkier cosa se puede sacar algo mejor.

LOS LIBROS DE HISTORIA NO SON DE VERDAD

En una sociedad que hace apología del raciocinio, que critica las utopías y que no acepta idealismos, repetimos, a pesar nuestro, los mismos...