21.4.07

NOVEDADES Y NOTIZIAS



Las cosas cambian, y menos mal, porke imaginaos ke todo fuera siempre igual. El chocolate a la taza sería likido, no habría olas, llovería todo el tiempo, y aún tendríamos en la cabeza esa pelusilla tan rara ke tienen los bebes al nacer... Ke será muy mona, pero yo prefiero el pelo de verdad.

Y como todo cambia, cambian las personas, y deja de apetecerte lo ke antes te apetecía. Y aunke duele, y se pasa mal, hay ke buscar el lado bueno. Llover un poco por dentro está bien, pero la primavera está aki y no le gusta mucho ke le lleven la contraria, así ke, adios pelo y adios lluvias. Ha salido el sol y Mayuska tiene un montón de cosas ke contarle al mundo, empezando por presentar a la Golfa, patrocinadora oficial de T de Tuerka G de Golfa. Tiene 7 semanas y es... una bicha. Duerme de cama en cama como buena Golfa y okupa el 4º puesto en la KasaGalleta. Golfa, saluda:

Meow...


Y la gata dijo basta... Se parece bastante a esa sonrisa sin gato de Alicia. Ya la iréis conociendo.

Segunda notizia, Popizidio ganó un concurso de cuentos. Akí está. Podía ser mejor.

POPICIDIO

Señor Juez, tuve que hacerlo.

Quedaban 6 días y parecía que estábamos ya en Benicasim. Miraba 12 veces al día la página del FIB. Tenía la radio puesta las 24 horas y se había comprado una camiseta que decía: “YO ESTUVE EN EL FIB 95”. Me regaló una riñonera de lunares para el viaje y me hizo una funda para el IPod con la cara de “J”, el de los Planetas, blanca y negra. Tenía el número de Julio del MondoSonoro, del RockDeluxe y del IndieRock y había un Post-it en el espejo del baño con el mensaje: “I DON’T LIKE MONDAYS”.

Cuando me dijo que a partir de ahora podía llamarla Alison Mosshart, supe que debía hacerlo. Rompí por la mitad un vinilo de Belle & Sebastian y se lo clavé en el corazón. Escuché las gotas de sangre cayendo al suelo del baño: pop, pop, pop…



Y otra novedad, tenemos cuento nuevo.


Quiero contarte cómo desaparecí. Necesito que me digas que no estoy soñando un cuento, que no estoy inventando por no envejecer. Un día descubrí que era un poco más pequeño, una pequeñez insignificante, casi inapreciable. Más pequeño, además, no en relación a los cuerpos, sino en relación a las almas, si es que existen. A la esencia mínima que es cada persona. Una noche me hice mayor, y al amanecer del día siguiente, me di cuenta que había empezado a encoger. Era mayor y ya no me empujaban al salir del metro, no me elegían el último haciendo equipos y nunca me tocaba ligar con la más fea. Y ocupaba más espacio. Pero también encogí, puede que llevase encogiendo mucho tiempo, quizá incluso nací completo y, como el que cumple años, yo descumplí deseos. Pero fui consciente en ese momento, ni antes ni después. Decrecí un poco más durante un tiempo, unos días o unos meses, y podría asegurar que no lo notaba yo sólo. Me volví más torpe: se me tropezaban las medias palabras, me atragantaba con los silencios y empecé a comerme el orgullo sin masticar. Y empecé a verme al trasluz. Me miraba en los espejos y estaba distorsionado, algo borroso. Mi reflejo en las piscinas, en el agua, despareció de pronto, y después se fue mi sombra, que se fue difuminando hasta borrarse. Me cruzaba con la gente y, en sus ojos, sólo escuchaba el eco de una mirada perdida. Iba un paso por detrás de la esperanza y me perdía en las frases con doble sentido. Y te vi y pensé besarte, pero justo antes del beso, desaparecí del todo.




I always cry at endings...

LOS LIBROS DE HISTORIA NO SON DE VERDAD

En una sociedad que hace apología del raciocinio, que critica las utopías y que no acepta idealismos, repetimos, a pesar nuestro, los mismos...