26.3.06

COMO UNA MALA RESAKA

Es komo explicar lo ke se siente kuando una está de resaka. Suena mal. Pero no es tan terrible porke merece la pena lo mucho ke se disfruta.
Eres como una mala resaka. Te dirá. Y no tendrás más respuesta ke pensar si deberías hacerlo de otra manera. Pero así eres tú. Y ella lo entiende. Y no puedes estar toda tu vida culpándote por no ser como crees ke deberias ser para hacerla feliz. Porke eso es sólo lo ke tu crees. En realidad ella es feliz así. De resaka. No tiene otro miedo ke pensar ke todo podría cambiar. Eso sí asusta. Pero no la resaka. La resaka algunas veces incluso se agradece, hostia, si no fuera por ella seguirías bebiendo hasta reventar. Y tú eres como eres. Y no puedes serlo más.
Eres como una mala resaka. Le dices. Y sabes ke él pensará lo ke no es. Ke en algún momento pensará ke eso es malo. Pero también sabes ke es suficientemente listo como para darse cuenta de ke no es verdad. Ke la resaka a veces incluso es buena. Porke no puedes empacharte de nada ahora porke ya tienes bastante revueltas las ideas. Ke tú eres feliz así. No tienes otro miedo ke pensar ke todo podría cambiar. Sabes ke él es como es. Y no puede serlo más.
Volveis al mismo punto donde ya habeis estado mil veces. Y es molesto. Y hasta duele. Pero si no, no tendría sentido.
O al menos eso es lo ke tu piensas. Te dices. Pero, ¿y si no lo estás haciendo bien? ¿Y si tuviera sentido también de otra manera, sin sentirse como el culo?
O al menos eso es lo ke tu kieres creer. Te dices. ¿Y si no es así? ¿Si no piensa como piensas? Bueno, igual sólo es cosa tuya. Pero es un vicio...


Probaré la droga, una de cada, y volveré fiel a repetir, para encontrar la ke más me degrada y abrazarme a ella hasta morir.

17.3.06

CUENTOS, COSAS Y MIKROPOESÍA ...como la AjO


DE GIRASOLES

A veces, cuenta una historia, los girasoles salen de noche. A veces, sigue contando, los girasoles pierden su miedo a la enorme luna y se dan vueltas por la ciudad mientras se esconden entre las sombras de las farolas. Encuentran, por los lugares que más visitan, gente sin miedo y gente con miedo, distintas voces, distintos besos, distintas caras que no se dejan acobardar y muchas otras que, entre los gritos y las canciones, buscan, despacio, alguna mano que les sujete al caminar. Los girasoles, siempre escondidos, sin que les vean, observan atentos toda la vida que les rodea. Y suben alto y bajan luego, y se dan golpes contra las puertas que están cerradas, y se cuelan por las ventanas, y se introducen en lo prohibido. Los girasoles, en sus visitas a la ciudad, siempre buscan algo concreto, pero lo ocultan, y no lo dicen, porque de noche, los girasoles siempre van con tiento. La luna magnetica los vigila desde lo alto, porque sabe que muchas veces suben más alto de lo que deben. Y sin problemas, la luna bruja, cuando eso pasa los coje fuerte por las raíces, los grita mucho y les deja claro que sólo suban si tienen claro que la caida no va a doler. Pero hace mucho que un girasol no se da golpes. Y hace mucho que un girasol no cae en picado. Han aprendido en este tiempo, han aprendido tanto. Y los girasoles, que son unas plantas inteligentes, sobre todo inteligentes, no tienen miedo de darse golpes. No tienen miedo de marearse en el tiovivo de la ciudad, porque ahí está la luna, y el resto de las plantas, que las sujetan fuerte cuando los ojos se les empañan y no ven bien. Hay girasoles más atrevidos, que se emborrachan y sueltan todo lo que les pasa por la cabeza. Hay girasoles más egoístas que quieren algo y lo piden sin parar hasta tenerlo. Hay girasoles más elocuentes que te convencen si quieren algo para que pienses que tú lo quieres. Hay girasoles algo más simples que sólo dejan pasar las mejores oportunidades. Y hay girasoles que, algo cobardes, pero también más precavidos, dicen que quieren pero bajito, piden las cosas sin insistir, no lloran nunca, se ríen mucho y te susurran en el oído siempre que los quieras escuchar, quizás por buenos, quizás por tontos, quizás por miedo… Y cuando escriben, al regresar, sus aventuras, los girasoles quieren poder contarlas luego. Porque hay historias que hay que vivir, porque hay historias que hay que creerse, porque hay historias, aunque no muchas, que si no quieres dejarlas ir, tienes que hacer alguna cosa, tienes, siempre, que pelear.



MIKROPOESÍA

En un agujero pekeñito

Me dejé olvidada el alma.

Y jugando inocente un día

Buské en tu mano, bajo una manta

Y en ese gesto inconsciente

Sin ke yo me diese cuenta

Tu te agarraste a mi mente.

Cuando la voz de mi estomago

Ke es a la ke hago caso

Me dijo, vas muy deprisa

Intenté parar la historia,

Pero me había kedado sola.

Ni tú, ni nadie, no había más gente.

Buské el cordón, y tiré.

Estos chalecos salvavidas

Se estropean continuamente.




Sorry, Mayuska is fucking in heaven


9.3.06

EL CAMINO ES LARGO PERO SIEMPRE AVANZA

Y debe ser por eso por lo ke nadie está nervioso. No hay ke echar de menos nada. Todo llega. BIEN.

Cuentos golfos. III

Resaca pegajosa. Esa es una de las peores. Parece incluso que la habitación está ardiendo. Ni podía ir así a trabajar, ni merecía la pena. Era una de esas resacas en las que no me aguantaba ni a mí misma. Dos timbrazos de teléfono y descuelgan. La secretaría simplona del estudio. Hola, dile al jefe ke no voy, no me encuentro bien y listo. Ya me comeré el marrón mañana. Y me pongo a hacer recuento. No tengo ni idea dónde estuve ayer. Puta resaca... Me acuerdo del tío ese, el alto. Debía ser amigo de Gorka o algo. Y me acuerdo del polvo del baño... ves, ahora ya no es tan molesta la resaca. Tenía las manos grandes, lo sé porke me recorrieron de arriba a abajo. Y tenía un cuerpazo... Me hubiera gustado estar menos borracha. Mierda. Pero no importa, me acuerdo de bastantes cosas. En el bar ya me miraba. Durante el concierto. Pero hasta ke no fuimos a casa de Edu no me dí cuenta del todo. Tampoco estaba muy atenta, Edu me estuvo comiendo la oreja un buen rato antes. No era consciente de nada. Puto Edu. Pero en casa de Edu, el tio se me acercó. Me dijo noseké de la música, y fue bastante fácil. Había llegado Silvia y Edu había desaparecido con ella. No tenía muchas ganas de pensarme las cosas dos veces. Y estaba borracha. No kiero decir ke lo hiciera por eso, pero es un dato a tener en cuenta. El tío me entró trankilamente, se le veía relajado. Creo incluso ke no esperaba una respuesta tan inmediata. En cuanto se acercó un poco y me valciló dos veces le puse la mano en la polla. Eso no te lo esperabas, eh, vacilón. Pero reaccionó bien. Me metió la lengua hasta la garganta. Un punto para él. Nos estuvimos dando lametazos un rato, sin meternos mano. Como dos jovenes. En el salón del Edu. Punto para mí. Después, creo ke ni nos miramos, nos pusimos los abrigos. ¿Tienes coche? Vamos a un garito. No se donde estaba el garito, ni me acuerdo muy bien de cómo era, pero me acuerdo del baño. No sé si nos tomamos una o dos copas, nos sobamos un rato, bailamos otro rato, y me pusieron bitch. Oh, parece ke sube la temperatura. Así ke le baile un poco en la cara al tio y, sin dejarme terminar de oir la canción, me agarró de la muñeca y me llevó al baño. Empieza la marcha, el chico es listo. Me empujó contra la pared. Se kitó la camiseta como para dejar ver ke estaba bueno. El chico tenía buena intención, creo ke incluso llego a pensar en algún momento ke él controlaba la situación. Me deje desnudar por sus manos enormes. Tardo un rato. Se entretuvo en comerme mientras me metía mano con los vakeros puestos. Era excitante y yo me estaba mojando entera. Eché las caderas para alante, sujete su mano contra mi coño un rato, y le solté. Déjate de tonterías. Se bajo los pantalones, me desabrochó como pudo los vakeros y me sentó en el lavabo. Me comió, me comió sin kitarme las bragas, me besaba y me comía. Y lo hacía bien. Utilizaba la lengua lo justo. Me chupaba, me lamía. Y dejó entrar a su mano en juego. Esto me gusta, sigue así. Empecé a convulsionarme. Me recorrió por dentro como si se dejara algo. Incluso me hizo daño. Por un momento pensé ke me ganaba. Pero se impacientó. Me bajé del lavabo, le baje los calzoncillos y le comí la poya. Me llené la boca. El me tiraba del pelo. Parecía ke iba a descontrolarse un poco, pero no llegó a perder los papeles. Sabía lo ke hacía. Iba a ser duro, pero al final gritaría, me gustan las cosas difíciles. Me tiró del pelo otra vez, un poco más fuerte, y yo tanteé un poco con los dientes. Sólo para ke no se olvidará ke no mandaba él. Le comí la polla un rato más, sin manos, le gustaba también. Y me cogió en vilo. Me apoyo contra la pared. Estaba fría y yo sudaba, pero tenía las manos grandes y me apretaba el culo para ke no me escurriese. Me metió la polla apartando los obstáculos. Me la metió de golpe. Sin sutilezas. Como para ke no se me olvidara ke no mandaba yo. Era una lucha entre iguales. Y me reventó. Empujaba fuerte. Me clavaba los dedos en la espalda y en el muslo. Y hacía más fuerza con cada embestida. Yo le rodeaba con las piernas. Dolía. Joder si dolía, pero cada vez estaba un paso más cerca de correrme. Me lamió las tetas sin esfuerzo. Y cuando ya no aguantaba más, justo un segundo antes de dejarme vencer, abracé su rabo con fuerza y clavé mis talones en su espalda y empujé. Le hice mío. No puedes conmigo. Se corrió a lo bestia y chilló. Chilló y me corrí con él. Chilló como una zorra. Yo no pierdo nunca.




I'm gonna change the rules. You're gonna be my bitch.

LOS LIBROS DE HISTORIA NO SON DE VERDAD

En una sociedad que hace apología del raciocinio, que critica las utopías y que no acepta idealismos, repetimos, a pesar nuestro, los mismos...