24.2.17

antisistematicamente

Tengo esta cosa como de amor por el universo, un poco blandengue y un poco sin sentido. Muy sensiblera en ocasiones y emocionante en otras. Mucha empatía, poca asertividad, y una mezcla de buenismo y simpleza que me llevan por la vida, supongo, siendo quien soy. Y me gusto, no te creas. Pero reconozco en mi comportamiento alguna que otra tara importante. Justo hoy pensaba en una conversación sobre feminismo radical ke tuve el otro día, y en cómo resulta de sencillo condenar ciertas actitudes, porque van en contra de lo que consideramos buenas maneras, porque escuecen, porque enseñan las tetas en público.

Hay que ser muy valiente para chillar lo que todo el mundo se guarda para decir en bajito a puerta cerrada. Hay que ser muy valiente para estar donde los demás no quieren estar. Hay que ser muy valiente para ser el malo de una película que no es película, que es más un llegar a ser y no sabes a dónde te va a llevar.



Me ha pasado toda la vida, y puede que tenga que ver con la facilidad que tengo para ver el lado bueno de las cosas o con la complicación que tengo por ser excesivamente simplista y no ver más allá de lo que tengo delante, pero no consigo condenar con tanta facilidad las actitudes radicales. Las considero necesarias. Me parecen más que nada, necesidades absolutas. Y que a veces, si las ves, miras para otro lado, y no tienes muy claro si es por vergüenza ajena o por vergüenza de ti misma. Si es porque te han convencido de que lo bueno es bueno y lo malo es malo, y no hay matices.

Igual esto también es simplista, o innecesariamente empático. Pero me planto. Le he dado la vuelta, lo he mirado del revés, y siempre llego a la misma conclusión. No me sale más que un gracias con la boca pequeña, y mirar para otro lado, que me doy un poco de corte, no sé si por no atreverme o porque me parezca bien... me lo tengo que pensar.

LOS LIBROS DE HISTORIA NO SON DE VERDAD

En una sociedad que hace apología del raciocinio, que critica las utopías y que no acepta idealismos, repetimos, a pesar nuestro, los mismos...