16.10.08

Anastasia Nikoláyevna Románova


Su Alteza Imperial la Gran Duquesa Anastasia de Rusia, Anastasia Nikoláyevna Románova (en ruso: Вели́кая княжна́ Анастаси́я Никола́евна) (18 de junio de 1901/5 de junio según el calendario juliano - 17 de julio de 1918), fue la hija más joven del emperador Nicolás II, el último zar de la Rusia Imperial, y de su esposa Alejandra Fiódorovna. Anastasia fue la hermana menor de la Gran Duquesa Olga, la Gran Duquesa Tatiana y la Gran Duquesa María, y la hermana mayor de Alexis Nikoláyevich Románov, zarévich de Rusia. Fue presumiblemente asesinada junto al resto de su familia el 17 de julio de 1918, por fuerzas de la policía secreta bolchevique.

Sin embargo, los rumores de que Anastasia sobrevivió a la masacre y pudo escapar son persistentes desde 1918. Muchas mujeres a lo largo del siglo XX han afirmado ser la Gran Duquesa Anastasia, la más famosa de las cuales fue Anna Anderson, cuyo cuerpo fue incinerado tras su muerte, acaecida en 1984. A pesar del apoyo que prestaron a Anderson muchas personas que habían conocido a Anastasia, las pruebas de ADN de Anderson en su pañuelo y pelo revelaron que no tenía ningún parentesco con la Gran Duquesa.


Kizás esté más cerca de lo ke pensabas...

15.10.08

A GLAUKA, LUCERO DE LA TARDE

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Siempre ke aparece el luzero del alba me da por recordar. Siempre aparece en momentos en los ke todo es oscuro y empiezo a estar perdida. Se ilumina y veo ke el camino está ahí y ke ya me he encontrado, y siempre ke lo hace, me kedo un rato a sentarme a la luz del luzero. Y un dia me despierto y el luzero no está. Y entonces me levanto y sigo mi camino. A veces me cabreo, a veces me acostumbro, y al rato soy feliz.
Siempre ke aparece el luzero del alba me da por recordar.
Kizás por una vez no me siente, kizás siga por mi camino.
Igual así el luzero se keda para siempre.


Y ahora el cielo ya es otro, más violeta, pero también me habla.

LOS LIBROS DE HISTORIA NO SON DE VERDAD

En una sociedad que hace apología del raciocinio, que critica las utopías y que no acepta idealismos, repetimos, a pesar nuestro, los mismos...