12.12.10

CANCIÓN DE NAVIDAD

Cuando entro por la puerta les escucho gritar. En la cocina hay humo y mis compañeros bostezan sentados en la mesa. Ultiman sus planes de noche de sábado.

Me asomo al salón y entonces se callan. Así sentados en la alfombra y cogidos de la mano, tengo la sensación de que fueran a kedarse kietos para siempre. 

Tito lleva un chándal enorme, recosido. A su lado, hay una taza de plástico con lápices de colores y unas hojas revueltas. Me miran con los ojos casi vacíos, y no sonríen. Esperan que, en cualquier momento, les regañe, les mande recoger todas las cosas y directos al cuarto. Esperan que me enfade con ellos, que los deje sin peli. Supongo que está en su naturaleza ponerlo difícil, que no son muy de ser buenos, hacer puzzles o pintar. Durante un segundo permanecen callados. Y entonces, los veo de verdad, por dentro.

No veo los chicos de centro de menores, quedarme con ellos de jueves a domingo y así hasta el día uno, cobrar y otro mes más. No veo el "hoy han tenido una tarde malísima, a ver qué tal se os da la noche", ni el "están castigados, así que hoy nada de tele". No veo el "Tito, no juegues con la comida" o el "David, siéntate ya". Solo veo dos niños de la mano. 


Veo a los hijos de alguien que fue padre antes de tiempo. Veo a una madre que no está. Una abuela que no quiere hacerse cargo. Veo discusiones en el salón escondido detrás de la puerta, la cama sin hacer, los portazos. Veo unas latas para cenar. Navidad sin regalos, "mamá tiene un mal día" y aprender a estar solo con 8 años. 


Siguen de la mano y no dicen nada. Y no importa. Parecen una imagen de un cuento de Charles Dickens. Canción de Navidad. 

Así que sonrío y les guiño un ojo, "a ver qué hacéis, enanos, que os tengo vigilados". Y me voy a preparar la cena. "Esta noche vamos a tomar postre".

10.12.10

Kiero dejar de estar dentro. De sentirme atrapada. De kererte.

Kiero no acomodarme en los huecos en los ke me das permiso.

Kiero empezar a vivir, soltándome de tu mano, sin miedo, sin confusiones.

Kiero terminar con esto. Contigo. Con tus mentiras.

No kiero entenderlo. Deja de explicarte. De justificarte.

No kiero saberlo. No seas tan detallista. No me informes.

Basta de mentiras. Basta de verdades.

Me dan igual tus ojos ke están arrepentidos,

me dan igual tus manos ke están tan satisfechas.

LOS LIBROS DE HISTORIA NO SON DE VERDAD

En una sociedad que hace apología del raciocinio, que critica las utopías y que no acepta idealismos, repetimos, a pesar nuestro, los mismos...