
Pocas veces en la vida he tenido tan claros mis sentimientos como estos días. Recuerdo la peli de El Odio, y esa historia:
Heard about the guy who fell off a skyscraper? On his way down past each floor, he kept saying to reassure himself: So far so good... so far so good... so far so good. How you fall doesn't matter. It's how you land!
Es la historia de un tio que cae de un rascacielos. Mientras va cayendo piso por piso, se tranquiliza diciendose a sí mismo: hasta ahora, todo va bien... hasta ahora, todo va bien... hasta ahora, todo va bien. Pero lo importante no es cómo sea la caida, es cómo sea el aterrizaje.
En este momento estoy apunto de aterrizar, probablemente, mañana a mediodía me pegue la ostia, pero... ¿hasta ahora todo va bien? No. No va bien. Veo el suelo cada vez más cerca. No existe SO FAR, SO GOOD. No existe la trankilidad de la caida. Era feliz hace dos días, antes de empezar a bajar sin control. Antes de ke esa zorra me empujase del edificio sin mirarme a la cara. Hace dos días sí podía decirlo... Ahora no.
En caída libre. No hay colchoneta, no hay forma alguna de salvarme. No existe el momento después del momento, sólo sé ke me va a doler, ke voy a llorar, ke una vez abajo no tiene remedio. Puedo arañar las paredes hasta arrancarme las uñas, pero no estaba preparada para esto y no voy a sobrevivir.
Kizá me sirva de lección. Pero no va a ser la lección ke esperan ke aprenda, va a ser la lección ke no dejo de aprender cada día. Hay gente mala en todas partes y a los ke no entran en su juego generalmente les toca perder. Hijos de puta...